El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (PSOE), ha defendido la necesidad de que los líderes progresistas unan fuerzas para plantar cara a la "internacional reaccionaria" que amenaza la democracia mundial. Según Sánchez, la derecha tradicional ha sucumbido "al marco y el discurso" de la ultraderecha.
El mandatario español participó en la reunión de alto nivel 'Democracia siempre' organizada por el presidente chileno Gabriel Boric en el Palacio de la Moneda. También asistieron el presidente brasileño Luiz Inazio Lula da Silva, el colombiano Gustavo Petro y el uruguayo Yamandú Orsi.
España acogerá nueva cumbre democrática
"Nos toca a nosotros, a gobiernos liderados por fuerzas progresistas, encabezar esa respuesta" para defender la democracia, declaró Sánchez. El presidente anunció que España acogerá el próximo año una nueva reunión de este tipo para fortalecer la cooperación progresista.
Según el jefe del Ejecutivo español, "cada vez es más evidente que hay una derecha tradicional con la que hasta hace no tanto tiempo compartíamos consensos básicos, que ha desertado de esa labor histórica". Esta derecha "ha sucumbido al discurso y al marco impuesto por la ultraderecha", añadió.
Amenaza de la "internacional del odio"
El encuentro toma el relevo de una reunión en defensa de la democracia organizada por Sánchez y Lula en los márgenes de la Asamblea General de la ONU en septiembre pasado. Los cinco mandatarios comparten "la convicción de que es hora de dar un paso al frente para defender y profundizar activamente la democracia".
Sánchez alertó sobre "una internacional del odio y la mentira que avanza peligrosamente" en ambos continentes. Esta amenaza está "liderada por una coalición de intereses entre oligarcas y la ultraderecha" que pone "en riesgo los derechos y libertades por los que las generaciones que nos precedieron lucharon tanto".
Tres ejes de actuación conjunta
Los cinco mandatarios identificaron tres líneas de trabajo prioritarias durante el encuentro. En primer lugar, acordaron la necesidad de "fortalecer las instituciones democráticas y el multilateralismo" como base fundamental.
El segundo eje se centra en combatir la desinformación. España propuso "promover una gobernanza digital democrática" y "colaborar para garantizar que los algoritmos no manipulen nuestras opiniones ni tampoco debiliten la cohesión social".
La desigualdad como amenaza principal
El tercer pilar de actuación se enfoca en reducir la desigualdad, que Sánchez considera "una de las principales tareas, sino la primordial de los gobiernos progresistas". Según el presidente, la injusticia "termina quebrando la confianza de la gente en las instituciones".
"La desigualdad es el caldo de cultivo donde crece el virus del extremismo y de la polarización", alertó Sánchez. El mandatario subrayó que "la ultraderecha vive políticamente del miedo y se alimenta de la nostalgia por un pasado que nunca existió".
Autocrítica y celebración de logros
Durante el encuentro con representantes de la sociedad civil, Sánchez defendió que "cuando los progresistas estamos en el gobierno, demostramos que las cosas funcionan mejor". Participaron el vicepresidente de Fundación Alternativas, Diego López Garrido, y Javier Izquierdo, de la Fundación Avanza y miembro de la Ejecutiva del PSOE.
El presidente pidió ser "autocríticos" pero también celebrar los avances conseguidos. Según Sánchez, "preservar la democracia no es solo una cuestión institucional o jurídica" sino "es una obligación moral" que se debe "a las generaciones pasadas, pero también a las generaciones futuras".
"Detrás de esas conquistas en libertades y derechos estamos rindiendo tributo a todas las generaciones que nos precedieron", concluyó Sánchez. El presidente defendió celebrar "los éxitos de los gobiernos progresistas porque han costado generaciones el poder materializarlos".
(EUROPA PRESS/Santiago) Nota: Este artículo ha sido editado con la ayuda de Inteligencia Artificial.